BLOG PERIODÍSTICO Y CULTURAL CENTRADO, FUNDAMENTALMENTE, EN LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS DE OPINIÓN SOBRE TEMAS DE ACTUALIDAD ELABORADOS POR MARIA PEREZ UBIERA.

domingo, 23 de septiembre de 2012

CARRILLO, FIN DE UNA ETAPA



Tengo la sensación de que con la muerte de Santiago Carrillo no se cierra sólo una etapa de la Historia de España, sino que también se pone punto y final a una etapa de nuestras propias vidas, de nuestras pequeñas historias individuales.

Carrillo, qué duda cabe, ha sido uno de los máximos exponentes de la Historia reciente de este País y, como tal, simbolizaba una parte importante de los recuerdos colectivos de nuestra sociedad que, a la postre, no son más que la unión de los recuerdos de cada persona, de cada familia.

Su desaparición lleva aparejada la pérdida de una parte relevante de nuestro pasado, un pasado que podríamos resumir en una sola expresión: 'las historias de la abuela'. Y es que no ha muerto sólo un viejo político, ha muerto 'el último mohicano', el único superviviente de muchos capítulos de nuestra historia, y se ha llevado con él el testimonio directo de la guerra, del franquismo, del exilio, de la transición y de los primeros pasos de nuestra joven democracia.

Se ha cerrado un ciclo y eso siempre despierta una mezcla contrapuesta de sentimientos. Es inevitable sentir cierta nostalgia de ese pasado, pero también hay que ser conscientes de que vivimos 'nuevos tiempos' y hemos de adaptarnos a ellos. Adaptarnos, no resignarnos, mirar hacia adelante y tomar las riendas de esta sociedad que necesita una profunda transformación.

El pasado tuvo cosas buenas, aunque también se cometieran errores. Actualmente hay un sentir generalizado y probablemente acertado, de que nuestros políticos 'no dan una', y ésto es así porque la política se ha encumbrado demasiado; quiénes se dedican a ella ya no son servidores públicos, ya no son ideólogos que quieren llevar a la práctica sus posicionamientos, con el fin de mejorar la situación de la sociedad. Ahora son meros 'comerciales de publicidad' que venden su imagen y la de su partido con el deleznable objetivo de conseguir el mayor número de votos, no para cambiar las cosas negativas de la sociedad, sino para hacerse un huequecito en el mundo social y económico de alto standig y así asegurarse un 'plato de sopas' para el resto de su vida (y quien dice un plato de sopas, dice un bol de caviar), un chalecito en Mallorca y un piso en el centro de NY.... No sé si me explico.

Carrillo, con más de 80 años de duro trabajo a sus espaldas, ha muerto “pobre pero honrado” (permítaseme el recurso a la fraseología popular), por mucho que algunos hayan querido cargar sobre sus espaldas unos hechos cuya responsabilidad ha sido imposible demostrar. Siempre ha habido individuos que necesitan señalar culpables, aún sabiendo que pueden estar equivocados, cuya única intención es tratar de tapar sus propias culpas y 'pecados', por ello no considero necesario ahondar en el tema.

Lo que está claro es que ha muerto un verdadero hombre de Estado, uno de los muchos que nos han ido dejando en los últimos años, Manuel Fraga, Calvo Sotelo, el propio Sabino Fernández Campos... Nos ha dejado el eterno fumador, el gran conversador, el hombre inteligente y coherente. Nos ha dejado un hombre serio, un hombre de izquierdas, como él se definía, un demócrata convencido, un buen amigo, dicen quiénes le conocieron, un pozo de sabiduría, en definitiva. Nos ha dejado Don Santiago, ese hombre valiente y consecuente con sus actos, ese hombre que se mantuvo dignamente sentado en su escaño del Congreso de los Diputados durante la intentona golpista del 23-F.

Ha muerto el hombre de la peluca, el hombre del cigarro en la mano, el hombre de la respuesta acertada a cualquier pregunta. Ha muerto el hombre de 'La Ventana', el sabio tertuliano, el colaborador imprescindible en cualquier documental sobre la historia reciente de España. Pero ha muerto también el padre cariñoso, el esposo enamorado, el abuelo entrañable. Ha muerto Don Santiago, un hombre que se ganó a pulso el respeto de todos. Ha muerto quién luchó por los derechos de otros, quién posibilitó que este País pudiese ser un poquito mejor, quién arriesgó su vida por la democracia, por la libertad.... Se ha marchado alguien a quien este país debe mucho. Y lo ha hecho discretamente, en silencio, igual que se alejó de la primera línea de la politica, sin reproches, sin rencores, sin pedir nada a cambio de sus muchas renuncias. Ha muerto un hombre, sólo un hombre... Pero hacen falta muchos hombres como él...

2 comentarios:

Nieves dijo...

Buenos días María.

Me gusta el homenaje que le dedicas a Don Santiago Carrillo, don porque es merecedor de ello por sus actos, su palabra y su ser.

Para mí es y era admirable. Me encandilaba con su palabra y su inteligencia. Un hombre sin rencor ni resentimiento... eso que tanto nos falta en el mundo de la política... un hombre de izquierdas sin rencor ni resentimiento... discúlpame por la repetición... pero son tantos los que deberían seguir su ejemplo...

Besines. Nieves.

MARÍA PÉREZ UBIERA dijo...

COMPARTO LA ADMIRACIÓN. LO QUE MÁS LAMENTO ES QUE HAYA MUERTO SIN HABER PODIDO CONOCERLO PERSONALMENTE. CREO QUE TODO EL QUE TUVO LA SUERTE DE HACERLO SE DABA CUENTA DE QUE ESTABA ANTE UN GRAN SER HUMANO, EN TODOS LOS ASPECTOS. LO DEMOSTRÓ UN MILLÓN DE VECES. POR ESO SE GANÓ EL RESPECTO DE LA IZQUIDERDA, LA DERECHA Y EL CENTRO. LAS FALACIAS SOBRE ÉL HAN CAÍDO POR SÍ MISMAS.POR MUCHO QUE A ALGUNOS LES JOROBE QUE ASÍ SEA Y QUIERAN SEGUIR ERRE QUE ERRE... QUE SE MIREN ELLOS PRIMERO Y LUEGO HABLEN.